Dejen pintar a los niñ@s


Chema Lera le ha hecho un dibujo a Elvira por su cumpleaños. Como no me deja ponerlo aquí antes de que le llegue por correo, y a un gato nadie puede prohibirle nada más que lo que no quiere hacer, he decidido publicar esta ilustración que le regaló el año pasado.

Nos contaba a los gatos que rondábamos por el tablero que, cuando la dibujaba, pensaba en la imaginación de Elvira y de tod@s los niñ@s: una fuerza desbocada cabalgando por entre universos reales e imposibles. A pesar de Disney Factory, a pesar de Dreams, de Pixar y todas las demás fábricas de imágenes, a pesar de la Coca-Cola, los Korn Flakes y los Mac Burguer, a pesar de Benetton y Toys r'Us, l@s niñ@s siguen siendo capaces de soñar sus propios sueños. Se defienden de los ataques de imágenes externas con un lápiz de colores entre sus deditos (algunos con el ratón y el Paint). Ell@s también tienen derecho a crear sus mundos personales, mágicos y únicos: cabezas de moñacos enormes con sonrisas de oreja a oreja, castillos quebrados, pájaros verdes, animales de cinco, seis o siete pies con zapatos, monstruos de piernas inmensas que se salen del folio, familias con padres, madres o hermanos alineados, unos más grandes que otros, y siempre una mascota a sus pies, a veces un gato como yo...

¿Habrá aún algún adulto humano que se atreva a decirles "niñ@, un árbol no es de color azul"? Déjenles pintar, pues el dibujo es uno de los pocos reductos libres para que vuele su imaginación.
¡Miauuuuf!, me ha salido de un tirón.