A una gata negra

"Es elegante. Tiene el perfil noblemente curvado, como los gatos de las tumbas. Cuando se sienta enderezada, con las patas puestas de lado, mirando, o se agazapa, con los ojos semivelados, se la ve calma, remota, absorta en un desconocido rincón de su espacio interior. En estos momentos resulta sombría, inspira temor. Y es negra, negra, negra. Relucientes bigotes negros, pestañas negras, ni un solo pelo blanco en todo el cuerpo. Si quien diseñó la gata gris fue un genio de la sutileza, de los pequeños detalles, el de la gata negra da la impresión de haber afirmado: Crearé un gato negro, la quintaesencia del gato negro, del gato de Ultratumba".


Doris Lessing. "Gatos muy distinguidos". Barcelona, 1986. Editorial Laia. Página 59

El dibujo es un apunte al natural en la libreta.