La gatita de la izquierda


Creo que mi hermana Gata Bru está celosa... la verdad es que mi nueva hermanita adoptada es preciossssha... y no solo lo digo yo, que también he pillado varias veces a Chema dibujándola con una sonrisa boba en su cara, cuando cree que Gata Bru o yo no miramos. A veces, Chema Lera dibuja con la mano izquierda. Le oí decir una vez que es un buen ejercicio para despertar a la inspiración, y, sobre todo, para recuperar la libertad creativa del niño que lleva dentro. Yo no entiendo muy bien esas palabras, pero debe de ser algo parecido a tratar de atrapar una mosca con el rabo. Este dibujo de la gatita lo hizo con la mano izquierda, ¡es tan guapa que hasta le salió bien parecida!

5 comentarios:

Chalá perdía dijo...

Te pillé!!!

Miauuu, me encantan los gatos, tuve uno, Margarito...

Desde que no tengo gato sueño con casa-jardín y adoptar una gran familia como la tuya.

Besos...como besan los gatos.

Chema Lera dijo...

Hola, María Manuela, qué alegría que se acerque por aquí una amiga gatuna, aunque no sé qué pensaría Margarito de alguien capaz de ponerle un nombre así... bueno, entre nosotras, ya me imagino lo que sucedió, no es el primer gatito que de bebé lo confunden con Margarita, es que los pobres no andan muy sobrados... Pues nada, de parte de Chema que enhorabuena por conseguir hallar esta gatera-blog en un momento de crisis de blogs caídos, bienvenida y gracias por la visita. Lo de la casa jardín, qué quieres que te diga, tampoco es imprescindible para dar un hogar a la gente felina, que nos apañamos con un buen cojín al sol de una ventana, sobre todo nosotras, las hembras, que llevamos siglos de acomodo a lo que nos echen, ya sea poco espacio, poco tiempo o poco cariño, supongo que ya me entiendes. Te mando un tierno ronroneo (ah!, por cierto, más que dar besos, l@s gat@s somos besad@s)

Chalá perdía dijo...

Jajaja, no, gatita bru, Margarito fue Margarito desde el principio. Estoy segura de que te habría encantado, era guapo y salvaje; más que gato parecía uno de tus primos linces, y así acabó cumpliendo sus sueños de libertad y escapándose al monte (digo yo), porque fue en el pueblo.
Imagino que sería feliz allí, aunque quería mucho a su madre humana. Estoy segura de que supo cuidarse porque en un piso sin terraza consiguió cazar más de una docena de pajarillos...

Gato Pu dijo...

Hola, María Manuela, bienvenida. Intervengo yo ahora, si no te importa, después del patinazo de Gata Bru con mi colega Margarito. Has hecho bien en restablecer su honor, y puedes estar segura de que Margarito es un gato hecho y derecho, libre y feliz. Seguro que campa a sus anchas por árboles y tejados, y seguro que se ha encontrado con nuestro papá que también escuchó el maullido de la libertad y lo siguió sin dudarlo. Sobre lo de la caza, sólo te digo que tengo entre bigote y bigote a una tórtola americana (yankee tenía que ser) a la que estoy a punto de echarle la zarpa. No soporto su prepotencia invadiendo tejados ajenos. Ya te contaré. Y un ¡hurra por Margarito y todos los gatos con espíritu de lince!

Magda Díaz Morales dijo...

Gatito Pu, aunque debo confesar que me gustan más los perritos que los gatitos (no te vayas a sentir), te veo en la foto y eres muy guapo, seguro andan tras de ti varias traviesas gatitas. Pues bueno, a lo que venía, a decirte que aunque tengo predilección por los perros, también me gustan los gatos siameses color café.

Hasta pronto, aqui nos saludamos ;)