Fada, la gata de Dora soñadora. Reseñas y secretos.

La gatita de Dora, Fada, en el papel y en la ventana. ¿A que se parecen? Pues voy a contar un secreto: en realidad, este modelo es "el ", no "ella". Se llama Trigo. Tanto él, como Lluvia, como Ara, y algun@s más que cito en el libro, posaron muchas veces mientras dibujaba Dora soñadora. Es lo que tiene el mundo de los animales no humanos, que hasta en eso nos aventajan: a primera vista no hay discriminación. Fada tiene un poco de todos los gat@s que nos rodean, sean "chicas o chicos".

Por cierto, que Myriam Martínez eligió este mismo dibujo de Fada para ilustrar la entrevista que publicó en el Diario del Altoaragón el pasado domingo, junto con uno de los que más me gustan de Dora. Os pongo aquí una imagen para que veáis qué bonita quedó la maquetación de la página.
Este dibujo de Fada con el que se cierra el libro tiene su "pequeña" historia: en Nueigüena me regalaron un precioso cuaderno de bocetos. Los cuadernos son una de mis debilidades, tengo cientos, pero nunca enteros, porque voy arrancando hojas conforme las voy usando. Los bocetos son como las hojas de los árboles. Casi todos duran una estación, menos algunos, que se hacen perennes. Es lo que le ha ocurrido a este dibujo que empezó siendo un boceto para probar pinturas, tonos y texturas, y terminó inmortalizado en una de las últimas hojas del libro de Dora soñadora.
Poco a poco, el libro va incorporándose a otras vidas. Esto es algo mágico, a veces me entra una especie de vértigo cuando me imagino a un niño que no conozco, sentado en la alfombra de su casa, contemplando en el libro un dibujo que comenzó a existir en la mesa de mi estudio...

Dora y Fada también eligen vivir en otros blogs de amig@s generos@s que hablan del libro. Luisa Covelo le dedicó una sentida y completa reseña en su interesante blog cultural Mi estrella en la eternidad. Me escribió para decirme que había puesto este granito de arena en el mar de sueños que Dora iba compartiendo con los lectores. ¡Gracias, Luisa, de parte de Dora y de Fada!

Y para terminar este paseo, en el portal de actualidad Redaragón, de El Periódico, que desde hace ya algunos años sacan adelante Rubén y Pablo Pamplona, también ha encontrado un hueco Dora soñadora. ¡Gracias!:
Actualizado el 20/12/2010

María, a quien solo conozco por su trabajo como redactora en una página de la que ya soy lector permanente -o viajero camino del oasis (si la visitáis sabréis por qué lo digo)- ha escrito esta reseña con palabras tecleadas directamente desde el corazón, ¡gracias!
Su página se llama Sólo mirar: El Bazar de Najmah.



4 comentarios:

Noemi Risco Mateo dijo...

¡Qué guapo Trigo! :-)
Saludos,
Tanakil.

Rocío González dijo...

Que interesante entrada, que de experiencias y cuántos cuadernos...
Tu trabajo es excelente y los y las modelos ¡bellísimos!son gatos afortunados.

Abrazos decembrinos
Ro

Luisacov dijo...

Buenos dias señores Gat@s y buenos dias Chema. Primero, y en cuanto a lo que a mi afecta, agradecer la mención. Creo verdaderamente que este cuento proporciona a los niños unos valores importantes, de una manera amena y divertida. Enseña sobre lo que es la verdadera amistad, sobre luchar por lo que uno quiera, por inalcanzable que parezca, ...

En cuanto al sexo de Fada, si no nos cuentas el secreto, sería imposible descubrirlo porque los gatos tienen la ventaja de que su rostro es asexual y, como dice mi hermana, a diferencia de otros cachorros de otras razas que resultan muy monos de pequeños pero que a medida que crecen su rostro cambia y dejan de serlo, los gatos siempre son guapos. Mi sobrina Lidia me preguntó hace unos años que edad tenía mi gato siamés Polillo, y yo le dije que 12 años, lo que equivalía en un humano a 65 años (que era casi la edad de su abuela) y me espetó "¡que va, me estás mitiendo!, ¿no ves que no tiene ninguna arruga ni ninguna cana?", y es que los gatos parecen seres atemporales.
Por ciero, la maquetación de la entrevista es preciosa.

Lamia dijo...

Mi querido Chema... después de leerte me siento un poco menos culpable. P. tiene en casa una de esas hojas que tan generosamente arrancaste de tu libro de bocetos provocando en mi un cierto dolor y en él una alegría y una satisfacción de la que aún presume delante de sus amigos y familia siempre que tiene ocasión. A mi me cuesta mucho desprenderme de cualquier trozo que forme parte de algo. Creo que es de las pocas cosas en las que soy muy pero que muy tacaña. Gracias, en nombre de P., por tu generosidad. Y enhorabuena porque tus gatos se prodigan por páginas, librerías, internetes y demás.
Y nuestro Simba cada día se parece más a Trigo. En cuanto tenga un rato te envío una fotico para que veas su evolución y te cuento lo bien que se ha portado en su casa de acogida estos días.