Dibujando bajo la atenta mirada de los gat@s



Tanto dibujar rodeado de gat@s, tenía que pasar: mi próximo libro está lleno de ell@s, con una preciosa gata como coprotagonista, ya os contaré.

(Falta muy poco para que aparezca, a veces he tenido la sensación de haber pasado por un largo embarazo, haber parido y luego, la criatura, desaparecía del nido sin verla... los libros de papel tienen ese inconveniente, parecen diluirse momentáneamente, durante meses, desde que palabras y dibujos salen del estudio para ir a la imprenta hasta que puedes recuperarlos en forma de volumen. Patricia, la editora, me asegura que pondrá la criatura en mis manos de aquí a unos días, tengo tantas ganas de verla...)

Por cierto, estos dos curios@s gat@s hicieron lo que es costumbre en ell@s: primero querían salir fuera de la ventana, en cuanto lo lograron, se pusieron a llamar al cristal para volver a entrar al estudio, y así una y otra vez, ¡hasta que comenzaron a volar papeles y dibujos! (la casa está en el aire, por si no alguien no lo sabía) Menos mal que en ese momento trabajaba los bocetos en el cuaderno y el viento no logró arrebatármelo.


Como esta circunstancia se repite a menudo, resulta que cuando alguien entra en mi estudio de la casa del aire, tiene muchas probabilidades de que algún dibujo revolotee en torno a sus narices, o de ver un gat@ intentando atrapar entre sus zarpas, en lugar de una mosca, un trozo de papel de colores...

5 comentarios:

Luisacov dijo...

Hola Chema. Si, los gatos tienen ese caracter de ida y vuelta, pero yo creo que a veces es para probarnos y, en cierta forma, una manera de jugar con nosotros. Una solución que tienes es, armándote de paciencia, de un cortacristales, un cuadrado (de silicona, o de plástico transparente semirígido), y de un bote de silicona, es hacer en la ventana una puerta, tipo gatera, de manera que ellos puedan entrar y salir a su gusto pero, a la vez, mantengan a salvo tus papeles (es que además de ovejita lucera, soy como Macgiver). Si lo ves complicado, no hay problema, deja a los papeles que vuelen libres. Son tus mariposas, esas que tu imaginación ha convirtiedo en un espiritu real que llena la vida de todos aquellos niños que leen y ven tus historias. Quieren escapar porque son mariposas inquietas e impacientes que ya desean despegar su cuerpo de la mesa para acogerse entre los brazos de los niños que pronto las verán. Luisa

Mila dijo...

Tienes razón en que esperar que salga un libro al que has dedicado muchas horas de esfuerzo y de cariño es como una preñez seguida del parto. Pero, amigo, cuando te ponen en los brazos a la criatura se olvidan todos los malos ratos y las esperas; lo miras, sonríes satisfecho y orgulloso, y lo acunas con muchísimo cariño. ¡Y qué bien huelen estos bebés! ¿A que sí? Tengo ganas de ver a ese recién nacido ;)

Me encantan estas anécdotas con los gatos, y la casa en el aire y la caza y captura de papeles volanderos. Mira que es revoltoso el viento, cachis... :)))

¿Y cómo esperas que los gatos no quieran jugar con tus dibujos? Te ven jugar a ti mientras los preparas, así que ¿por qué no iba a jugar ellos también? Cualquier mosca, mariposa o pajarito que vuele, sea de papel o de cualquier otro material, y más si tiene esos bonitos colores con los que tú nos regalas la vista, por fuerza les llama la atención. Pinta en gris, si quieres despertar menos entusiasmo :)))

Por otro lado, además de con tus dibujos, estoy encandilada con tus fotografías. Cada cual tiene su encanto. La de vuelta de vacaciones, con el sol poniéndose... ufff, qué gozada.

Por cierto, dile a Gato Pu que ya remedié la inexcusable omisión de la fadas de vuestra tierra y ahora comparten protagonismo allí donde antes faltaban. ;)

Abrazotes

La Gatera dijo...

Uy, un libro y con cantidad de gatos! Esperaremos pacientes que la criatura de papel y tinta esté en tus manos para que nos cuentes más detalles...

Y con respecto a los gatos y los papeles, me temo que se trata de una relación abocada irremediablemente al revoloteo de los segundos, aunque, en realidad, eso forma parte del encanto!

Saludetes gatunos, querido Chema!

Diente de león タンポポ dijo...

Hola Chema!!

Tengo muchas ganas de que aparezca ese libro, porque me encantan los dibujos y, por supuesto, los gatos.

Lo espero con ilusión.

Un beso. Toñi

:chemalera: dijo...

Luisa, gracias por tus briconsejos y sobre todo por tus palabras, se nota que sabes por experiencia cómo juegan los gatos. Yo prefiero que gatos y papeles de colores revoloteen libres por todo el estudio!

Mila, ¿tú también haces como yo con un libro nuevo?¿también hueles la tinta? Cuando llega un libro a mis manos, lo abro por la mitad, al azar, cierro los ojos y acerco la nariz... en el fondo no somos tan diferentes... ¡de los gat@s! Tengo unas ganas de hacer esto mismo con Dora soñadora.
También dibujo en gris y me gusta mucho el blanco y negro -como el de los gatos-vaca-, y me alegra tanto que te guste volar en esta casa de gatos locos!
Ya leí el post con los nombres de las fadas, ¡genial, gracias por documentarte!

Mis amig@s de la Gatera, ya solo faltan quince días para presentar el libro ¡y aún no lo he visto! Pero prometo comenzar a contar detalles... Gracias y arrumacos para vosotr@s

Toñi, me contagias tu ilusión, gracias y ¡qué gat@ tan apuest@ el de tu foto!